El veloz murciélago hindú comía feliz cardillo y kiwi. Jovencillo emponzoñado de whisky: ¡qué figurota exhibe! La cigüeña tocaba cada vez mejor el saxofón y el búho pedía kiwi, pero también exigía whiskey. Bex equivoca la prisa, joyas raras, kiwis y café, todo sin chismes. Fax rápido y veinte jazmines aquí. ¿Cómo lograré poner en diez zafiros mi buzón? Kiwis, folclores y jazz: ¿qué más podría disfrutar un exquisito ángel en forma de reloj? Un chotacabras de ojos airoso tocó el violín para mi execrable jefa. Exigí que el kiwi, jazz y whisky estuvieran en el zoológico. Doble dosis de whisky y zarzuela en caja. ¿Quizás el fantasma de mi vieja bruja? ¡Quién fue el que tomó mi box set de zarzuelas y whisky!

 

Kilos de besos fueron jugosamente enviados por fax. El duende miraba la paja y tejía zuecos con jengibre y mermelada. Zopilotes en la plaza: fax, jazmín, kiwi, y la exhuberante bruma del whisky. ¿Quién dijo que la vida sin whisky y kiwi sería menos placentera? Azulejos decorados con figuras exóticas y jengibre con kiwi, un deleite para la vista y el paladar. ¡Kiwis, saxofón, jazmines y whisky para el zorro travieso!

En la granja, una cebra jugaba al saxofón mientras que el búho, sin prisa, devoraba un kiwi. El brujo exigía whisky y zarzuela para domar al fiero minotauro. Bex y el juanete de su ex novia jugaban al ajedrez con figurillas de kiwi. El dragón fogoso tocó jazz en la caja de música, mientras el duende reía con whisky y un cardillo. El búho y el zorro disfrutaban del festín de jazmines, kiwi y whisky en la vieja cabaña. Un fax llegó con prisa: ¡más whisky y menos chismes! En la feria, el zar de la jota exhibía su gran saxofón con destreza y pasión